Por INSPIRA, 4 de septiembre de 2020
"Pasé los primeros 14 años de mi vida convencida de que era demasiado alta y mi boca y nariz demasiado grandes" estas palabras forman parte de una entrevista que la actríz Uma Thurman; mejor conocida por su rol principal en la película de Kill Bill, concedió a la revista Talk.
El trastorno dismórfico corporal (TDC) es una enfermedad mental caracterizada por una preocupación consistente por uno o más defectos (reales o imaginarios) percibidos en la apariencia física de una persona. Las preocupaciones del paciente con esta condición podría centrarse en cualquier parte del cuerpo, pero las áreas más comunes suelen ser la piel, el cabello y la nariz, aunque tampoco son extraños los casos de dismorfia en el abdomen, cuello, mandíbula, senos, manos, piernas, gluteos, pies o genitales. Estas preocupaciones por lo general no son deseadas pero resultan difíciles de resistir o controlar, y en promedio ocurren por un periodo de 3 a 8 horas diarias.
Una persona que sufre de TDC experimenta angustia significativa por lo que en ocasiones podría limitar su capacidad para llevar a cabo sus funciones del día. Se calcula que al menos el 1.5% de las personas en el mundo padecen de esta condición, aunque se estima que el número es mucho mayor ya que muchas de las personas afectadas suelen ocultar este problema y permanecer en el anonimato.
Las personas que sufren de TDC adolecen de vergüenza corporal elevada que se deriva de fuentes internas y externas. Esto quiere decir que las personas con TDC tienden a tener una percepción negativa de su propia apariencia y tienden a creer que otros juzgan su apariencia como una no deseada, lo que les puede causar niveles elevados de ansiedad.
Causa
No existe una causa principal de dismorfofobia pero algunas investigaciones sugieren que los factores ambientales y genéticos influyen. Altas incidencias de abuso y negligencia durante la infancia se han asociado con el TDC. Además, existe evidencia que sugiere que este trastorno tiene mayor probabilidad de verse representado en personas cuyos padres o hermanos han sido diagnosticados con trastorno obsesivo compulsivo. Otros factores que se han considerado como causa probable de esta condición incluyen:
Experiencias de vida negativas, como burlas en la infancia, negligencia o abuso
Ciertos rasgos de personalidad, como el perfeccionismo
Presión social o expectativas de belleza
Tener otra afección de salud mental, como ansiedad o depresión
Síntomas y Señales de Alerta
Los signos y síntomas del trastorno dismórfico corporal incluyen los siguientes:
Estar extremadamente preocupado con un defecto percibido en la apariencia que los demás no pueden ver o que parece poco importante
Fuerte creencia de que tienes un defecto en tu apariencia que te hace feo o deforme
Creencia de que otros perciben especialmente tu apariencia de una manera negativa o se burlan de ti
Tener comportamientos dirigidos a arreglar u ocultar el defecto percibido que son difíciles de resistir o controlar, tales como mirarse frecuentemente el espejo, arreglarse o rascarse la piel
Intentar ocultar los defectos percibidos con el estilo, el maquillaje o la ropa
Comparar constantemente tu apariencia con la de los demás
Buscar con frecuencia la aprobación de tu apariencia por parte de los demás
Tener tendencias perfeccionistas
Buscar procedimientos cosméticos con poca satisfacción
Evitar situaciones sociales
La comprensión acerca del trastornos dismórfico corporal varía. Podrías reconocer que tus creencias son excesivas o no ciertas, o por el contrario puedes estás 100% convencido de que lo son. Cuanto más convencido estés mayor será la angustia y el estrés ocasionado por estas.
¿Cuándo debes consultar a un médico?
La vergüenza puede impedir que busques ayuda tratamiento para sobrellevar el trastorno dismórfico corporal. No obstante, si presentas alguno de los síntomas incluidos arriba, te exhortamos a consultar un proveedor de salud mental. Y es que, por lo general, esta condición no mejora por sí sola. Si no se trata puede empeorar y con el tiempo provocar niveles altos de ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Todavía no se conoce la manera de evitar el trastorno dismórfico corporal. Sin embargo, dado a que esta condición suele comenzar en los primeros años de la adolescencia, identificar el trastorno temprano y empezar el tratamiento puede ayudar a prevenir mayor cronicidad.
El tratamiento de mantenimiento prolongado, tales como la terapia cognitiva conductual, también puede ayudar a prevenir una recaída de los síntomas.
Habla con tu médico o proveedor de salud mental acerca de cómo puedes mejorar tus habilidades para sobrellevar la situación y cambiar los pensamientos y comportamientos negativos acerca de tu apariencia.
Considera estos consejos de los expertos:
Lleva un diario de tus pensamientos: Esto puede ayudarte a identificar mejor los pensamientos, emociones y comportamientos negativos. Utiliza este como referencia durante tus terapias.
No te aísles. Trata de participar en actividades normales y reúnete regularmente con amigos y familiares que te apoyen.
Cuídate. Come saludablemente, mantente físicamente activo y duerme lo suficiente.
Únete a un grupo de apoyo. Conéctate con otras personas que se enfrentan a desafíos similares.
Mantente enfocado en tus metas. La recuperación es un proceso continuo. Mantente motivado teniendo en cuenta tus objetivos de recuperación.
Aprende a relajarte y a controlar el estrés. Trata de practicar técnicas para reducir el estrés como la meditación o la respiración profunda.
No tomes decisiones importantes cuando sientas desesperación o angustia. Es posible que no estés pensando con claridad y que te arrepientas de tus decisiones más adelante.
Fuentes de referencia:
En INSPIRA contamos con psicólogos y psiquiatras acreditados. Capacitados para atender toda condición de salud mental y niveles de severidad.
Para citas o información:
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