Por INSPIRA, 16 de julio de 2020
Una separación de tu compañero emocional es sin duda un cambio fuerte y un gran golpe sentimental.
Varias estudios médicos han comprobado que las personas que conviven en matrimonio o llevan una relación de pareja son más saludables y estables que las personas solteras. Un estudio publicado en el Diario de la Salud y el Comportamiento Social comprueba que tras una separación, ya sea por acuerdo, divorcio o muerte del ser amado, la salud física y mental de una persona se deteriora. La explicación para ello es que una situación emocional tiene efecto en nuestro cuerpo. El sentimiento de soledad, y estrés ante la situación hace que el cuerpo se ponga en tensión. No puedes dormir y comer bien, y puedes entrar en una depresión. Además una separación implica cambios importantes como mudanzas, trámites legales y financieros, aumento de responsabilidades en la crianza, pérdida de los beneficios de seguridad social... en fín, esta época en la vida es exigente e inestable tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente.
ADVERTENCIA: Esto no significa que las personas tengan que casarse o permanecer casadas a toda costa, los matrimonios con problemas también afectan la salud de quien los lleva. Estudios han encontrado que quienes tienen problemas de relación con su pareja tienen mayor riesgo de padecer de hipertensión, depresión y enfermedades del corazón.
Por esto, si estás pasando por una separación sentimental es importante encontrar formas en la que puedas sanar tu cuerpo y mente y para ello, nuestros expertos les ofrecen a continuación algunos consejos.
Lidiando con la separación y el divorcio
Tal y como establecimos arriba, pasar por una separación o divorcio puede ser muy difícil para muchos, sin importar cuál fue el motivo que lo provocó. Puede alterar toda tu vida, dificultando la jornada laboral y tu capacidad para ser productivo, pero hay cosas que puedes hacer para superar esta etapa en tu vida.
Reconoce que es posible experimentar una variedad de emociones y sentimientos: Algunos días podrás sentirte triste y enojado, mientras que otros días te sentirás exhausto, confundido o frustrado. De igual forma, te pueden surgir pensamientos que te hagan sentir ansioso(a) por lo que ha de venir en el futuro. Acepta estas emociones según vengan, siempre intentando recordar que con el tiempo estas van a disminuir y cesar.
Date el tiempo necesario para sanar: Permítete sentir y funcionar a un nivel inferior al "óptimo" durante un periodo de tiempo mientras los asimilas todo el proceso. Es posible que no puedas ser tan productivo en el trabajo, o que no puedas brindarle tiempo de calidad a tus otros seres queridos. No pasa nada. De vez en cuando, todos necesitamos tiempo para sanar, recomponer su estado emocional y revitalizarse.
No intentes sobrellevar esta etapa solo(a): Compartir tus sentimientos con tus familiares y amigos puede ayudarte a superar este periodo. También podrías considerar unirte a un grupo de apoyo donde podrás interactuar y compartir tu experiencias con personas que están pasando por lo mismo o que tienen situaciones similares a las tuyas. Aislarse durante esta etapa puede aumentar tus niveles de estrés, reducir concentración y obstaculizar tu trabajo, relaciones y salud en general. No tengas miedo de buscar ayuda externa cuando entiendas que la necesitas
Cuídate (física y emocionalmente): Tómese un tiempo para hacer ejercicios, dormir bien y comer bien. Se bueno contigo mismo y con tu cuerpo. Mantén tus rutinas normales dentro de lo posible. Evita tomar decisiones importantes o hacer cambios repentinos en tus planes de vida. No utilices el alcohol, las drogas, los cigarrillos ni los medicamentos (incluyendo los recetados) cómo un medio para hacerle frente a los sentimientos/pensamientos negativos que puedas estar experimentando; esto solo conduce a más problemas.
Evita las luchas de poder con tu ex pareja: Si notas que una discusión podría estar escalando a un pelea, sugiere con calma que ambos intenten hablar de nuevo más tarde.
Aprovecha este tiempo de separación para explorar nuevamente cuáles son tus intereses: Vuelve a conectar con las cosas que disfrutabas hacer pero que tal vez no tenías el tiempo o no podrías realizar a menudo mientras estabas en la relación. Inscríbete en una clase, invierte tiempo en tus pasatiempos, reconecta con tus amistades y familiares. Tómate este momento para disfrutar de tu vida y hacer nuevas amistades.
Enfócate en lo positivo: Esto suele ser más fácil decir que hacer. Puede que las cosas hayan cambiado, pero encontrar nuevas actividades y amigos, y avanzar con nuevas expectativas razonables facilitará esta transición. Sé flexible. Si tienes hijos, las tradiciones familiares seguirán siendo importantes pero es posible que algunas de ellas se tengan que ajustar a esta nueva etapa de vida. Aprovecha para crear nuevas tradiciones.
Recuerda que a pesar de este y otros cambios la vida volverá a la normalidad, aunque lo "normal" sea diferente a lo que antes pensabas.
Tips para hablar con tus hijos
Si tienes hijos, aquí algunos consejos que puedes seguir para ayudarlos a sobrellevar esta situación.
Ofrécele consuelo: Asegúrate que tus hijos sepan que la separación con tu pareja no es su culpa. Permítele que te exprese sus preocupaciones ante la presente situación y sé compasivo(a) pero asertivo con tus respuestas.
Intenta mantener el sentido de estabilidad en sus vidas: Dentro de lo posible, mantén sus rutinas diarias y semanales lo más familiares y saludables posibles.
Ofréceles una disciplina consistente: Ahora que tus hijos compartirán con ambos padres por separado, asegúrate de coordinar por adelantado con tu ex pareja cuál será la hora de acostarse, la hora de estudiar y otras decisiones cotidianas así como cualquier castigo.
Déjele saber a tu hijo que puede confiar en tí: Hazle promesas realistas y no quieras abundar o dejarle saber todas tus emociones y opiniones acerca de tu separación o el divorcio.
No lo involucres en el conflicto: A toda costa, evita discutir o hablar negativamente del otro padre frente a tu hijo. Tampoco lo uses de espía o mensajero, ni lo hagas tomar partido.
Para muchas personas, el estrés y los sentimientos de soledad después de un divorcio o separación es temporal y parte del proceso de duelo y sanación. Si notas que estos sentimientos perduran y parecen no terminar, quizás sea hora de hablar con tu médico o profesional de salud mental (psicólogo, psiquiatra o terapéuta).
Fuentes de referencia:
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