Publicado por INSPIRA, 17 de junio de 2021
No sentirte bien contigo mismo puede ser un pensamiento desalentador, pero no tener una solución para ello puede ser peor aun.
Esto puede llegar a afectar tus pensamientos, sentimientos y comportamientos, aunque realmente no entiendas qué te lo ocasiona. Puede tener un efecto grande en tí y en los que te rodean. Por eso, a continuación, te compartiremos un enfoque sugerido por nuestros expertos en salud mental, para ayudarte a sobrellevar los sentimientos negativos.
Te compartiremos ideas sobre cómo puedes reconocer cuando tu salud mental está sufriendo, qué puedes hacer al respecto y cómo puedes desarrollar tu capacidad de recuperación para superar los desafíos que se te presentan en la vida.
La salud mental y el bienestar emocional, nos permite sentirnos bien con nosotros mismos, ser resistentes a los altibajos de la vida y navegar eficazmente por experiencias nuevas o diferentes. Tener tu propio kit de primeros auxilio en salud mental puede ser útil para mantener una buen estado emocional.
Primer paso:
Identifica lo que significa para tí salud mental
Todos somos diferentes; La buena salud mental no es la misma para todos, e individualmente entramos y salimos de diferentes estados mentales/emocionales todo el tiempo, por lo que nuestra salud mental cambia constantemente.
Determinar cómo se siente y se ve una buena salud mental para ti es un buen punto de partida, ya que te permite controlarte a tí mismo y reconocer cuándo tu salud mental se está empezando a ver afectada. Entonces, para tí ¿que significa tener buena salud mental? ¿Cuáles son los pensamientos, sentimientos y comportamientos que deben estar presentes? Defínelos con el mayor detalle posible.
Segundo paso:
Identifica las señales que determinan que tu salud mental está sufriendo
Ser capaz de sintonizar con los cambios de nivel bajo en tus pensamientos, sentimientos y comportamientos te permitirá reconocer cuándo tu salud mental podría estar sufriendo, y cuanto más puedas desarrollar tu capacidad para reconocerlos, podrás comenzar a tomar medidas para evitar que se conviertan en todo lo que consumes.
La vida nos presenta constantemente con obstáculos y desafíos y, aunque podemos manejarlos hasta cierto punto, no siempre podremos con todo a la vez. Piensa en ello como un vaso de agua. Puedes llenarlo hasta cierto nivel y estarás bien. Llénalo hasta capacidad y se derramará. Llénalo aún más y se desbordará sobre la superficie. Una vez puedas detectar los primeros signos, vigila qué tan lleno está tu vaso. Si comienza a llenarse demasiado, es una señal de que debes vaciar parte de su contenido.
Para otros, un cambio en nuestra salud mental podría tener menos que ver con el volumen y más con desencadenantes específicos. Identificarlos puede ayudarte a evitar o minimizar tu exposición a ellos ¿Cuáles son tus factores desencadenantes? ¿Hay cosas específicas que causen que tu salud mental sufra?
A veces, no sabemos realmente qué ha causado un cambio en nuestra salud mental y simplemente sabemos que no nos sentimos bien. En estas situaciones, puede ser útil tomarte el tiempo para organizar los pensamientos en tu cabeza. Muy a menudo, el estrés, la ansiedad o la abrumación de todo pueden hacer que se te haga difícil pensar con claridad, por lo que dedicar tiempo a averiguar qué está causando esos pensamientos, sentimientos o comportamientos te será increíblemente beneficioso.
Llevar un diario es una excelente manera de llevar constancia de esto; simplemente anotando los pensamientos a medida que se te ocurran. ¡Te sorprenderá lo mucho que puedes aprender sobre tí y tus estresores!
Tercer paso:
Identifica aquellas cosas que te ayudan cuando tu salud mental está sufriendo
Esto será diferente para todo el mundo, por lo que es importante definir lo que funciona para ti. Aqui hay algunas ideas; sal a caminar o implementa una rutina de ejercicios; conécta con otros ya sea para hablar o participar de alguna actividad; practicar la atención plena; crear una lista de gratitud diaria o afirmaciones positivas diarias; pasar tiempo leyendo, cocinando, realizando un pasatiempo o completando un rompecabezas.
Esto se debe a cuando no experimentamos estas necesidades lo suficiente, nuestros cuerpos emiten una señal de que nuestra supervivencia está en juego y entramos en un estado de desesperación. Nuestro subconsciente hará cualquier cosa para garantizar que se satisfagas estas necesidades, incluso si eso es a través de un comportamiento inútil en lugar de positivo.
Entonces, ¿cómo nos aseguramos de que nuestras necesidades emocionales se mantengan llenas? Hazte las siguientes preguntas: ~ ¿Qué me hace sentir amado o que pertenezco? ~ ¿Qué me hace sentir seguro y protegido? ~ ¿Qué me hace sentir bien conmigo mismo? ~ ¿Qué amenaza estas necesidades? Una vez tengas tu lista de actividades, puedes buscar formas de incorporar las cosas buenas en tu rutina diaria y evitar o minimizar las cosas que amenazan tus necesidades. Trata de evitar alivios rápidos como recurrir a la comida, ya que pasan rápidamente y los buenos sentimientos no se mantienen.
Cuatro paso:
Reconoce las señales de que puedas necesitar ayuda adicional
A veces no es posible manejar nuestra salud mental por nuestra cuenta y es entonces cuando necesitamos buscar apoyo adicional. Pero, para algunas personas, esto puede ser difícil de admitir.
Lo que mostramos en el exterior a menudo no es un reflejo de cómo nos sentimos en el interior y, aunque podríamos esperar que otros reconozcan los signos, no siempre es así, por lo que dejar que los demás sepan cómo nos sentimos será esencial para que te puedan ayudar. Definir cómo será llegar a este punto y cómo buscarás apoyo significará que te sentirás menos incómodo al dar este paso cuando lo necesites. Entonces, ¿por qué no te tomas un tiempo esta semana para crear tu propio kit de primeros auxilios para la salud mental? De esa manera estará allí cuando lo necesites.
Te podemos ayudar
En INSPIRA contamos con psicólogos, psiquiatras, consejeros y trabajadores sociales expertos en salud mental.
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