La estudios confirman que la mitad de los casos reportados de salud mental comienzan a los 14 años. Aunque los problemas de salud mental a esa edad no siempre equivalen a enfermedades mentales severas como lo son la depresión, la esquizofrenia o el autismo, son igual de importante para controlar y tratar. Lo que puede disfrazarse como un problema menor cuando joven, puede escalar a una enfermedad mental grave más adelante. Debido a que su salud mental depende de una combinación de factores psicológicos, biológicos y sociales, es importante que un profesional lo evalúe antes de establecer un diagnóstico. Es posible que una intervención temprana sea efectivo para tratar y ayudar a las personas a tener mayor control sobre su salud mental.
Independiente del estado en el que se encuentre su salud mental siempre hay algo que se puede hacer para evitar que estas complicaciones interfieran con su vida; ya sea en forma de terapias o medicamentos, o simplemente con el apoyo de familiares y amigos.
Si te has percatado que tu o algún ser querido está luchando personalmente para mantener y cuidar de su salud mental, consulte las siguientes sugerencias:
Qué hacer
Consulte un profesional médico: Si su familia tiene antecedentes de problemas de salud mental, o si simplemente está preocupado por su propia salud mental, es importante comunicarse con un profesional médico y evitar el autodiagnóstico. Existen sobre 200 condiciones de salud mental y solo un médico puede evaluarlo adecuadamente para establecer si en efecto usted está en riesgo de desarrollar una enfermedad de salud mental
Obtén atención médica rutinariamente: El monitoreo activo y constante de su progreso es una parte importante para la recuperación y superación de un problema de salud mental. Si sientes que el tratamiento recomendado no te está funcionando háblalo con tu médico para que juntos puedan identificar otro plan de tratamiento.
Sigue una dieta saludable: No se puede negar el hecho de que nuestro bienestar físico y mental tiene una fuerte correlación con lo que comemos. Seguir una dieta saludable ayuda a nuestro cuerpo a mantenerse saludable físicamente y nos hace sentir emocionalmente bien. Una dieta saludable es beneficiosa tanto para usted como para su cuerpo durante el proceso de recuperación.
Aprende de tu condición y tus síntomas: Es normal que las personas con problemas de salud mental no comprendan a cabalidad su diagnóstico, simplemente porque no pueden reconocer los síntomas dentro de sí. Tomarte el tiempo para aprender sobre tus síntomas te prepara para tomar mejores decisiones, a favor de tu salud mental.
Mantén una comunicación abierta con tu médico: Tener y lidiar con problemas de salud mental puede ser confuso. Si tiene preguntas o inquietudes sobre tu plan tratamiento o diagnóstico, no tengas miedo de preguntar. Los profesionales de la salud mental están para ayudarlo.
Administra tu tiempo y energía: Estar consciente de cómo inviertes tu tiempo y energía puede ayudarte a reducir significativamente los sentimientos de estrés y ansiedad que puedas estar sintiendo como resultado de tu diagnóstico. Por ello, reducir la carga de trabajo diaria para dedicar más tiempo a cosas como la meditación es un excelente método para pasar el tiempo y poderte concentrar mejor en tu tratamiento y procesos de recuperación.
Expresa tus sentimientos: Lidiar con una condición de salud mental es difícil independientemente de la gravedad o la situación. Atrévete a hablar con tus familiares y amigos. Permita que otras personas en las que confías tengan la oportunidad de comprender por lo que está pasando. Así podrán identificar maneras en las que te puedan ayudar.
Mantente físicamente activo: El ejercicio es a menudo la forma más sencilla de mantener una buena salud mental. Te ayuda a producir dopamina lo que en cambio genera para tí una energía positiva que te durará todo el día. Además, te ayudará a combatir los posibles efectos secundarios de los medicamentos psiquiátricos, mayormente relacionados con el aumento de peso.
Qué NO hacer
No ignores tu salud mental: Muchas veces el mayor obstáculo durante el tratamiento es el paciente mismo. Demasiadas personas ignoran su problema de salud mental, incluso después de un diagnóstico adecuado pensando que es un "error", o suponiendo que su condición mejorará por sí sola. Reconocer y aceptar su problema de salud mental no es solo el primer paso, sino el más importante para la recuperación.
No te culpes, ni culpes a los demás: Aunque algunas complicaciones de salud son el resultado de nuestras elecciones durante la vida, este no es el caso con las condiciones de salud mental. Como resultado de una combinación de factores que están fuera de nuestro control (como nuestro historial familiar o eventos estresantes de la vida), los problemas de salud mental no son el resultado de nada que tú u otra persona hagan.
No te aísles: Las relaciones y amistades en tu vida tienen una influencia significativa en tu bienestar mental. Los lazos que formamos con las personas nos dan un sentido de pertenencia en el mundo; haciéndonos sentir entendidos y cuidados. Debido a esto, tener un sistema de apoyo, ya sea a través de familiares y amigos o un grupo de apoyo, es una parte esencial para mantenerse al día y no abandonar su tratamiento.
No te preocupes por las cosas que no puedes controlar: Una manera fácil de obstaculizar una recuperación es a través de un paciente tratando de controlar todo y cada uno de los aspectos del tratamiento. Esto solo aumentará la ansiedad innecesaria y te hará sentir decepcionado con los resultados. Es necesario reconocer que a pesar del problema de salud mental, los tratamientos son únicos para cada individuo. Si bien algunas recuperaciones son más cortas, otras pueden demorar más. Mientras que algunos solo requieren medicamentos, otros pueden requerir una combinación de medicamentos y terapia. Confiar en tu médico, es el camino más seguro hacia la recuperación.
No tildes tu problema de salud mental como una debilidad o falla personal: Los problemas de salud mental no son un defecto de carácter; son el resultado de una mezcla biológica, psicológica y social que están fuera de nuestro control. Cosas como los genes, la química del cerebro, las experiencias traumáticas de la vida o el abuso sexual o físico pueden desencadenar fácilmente un problema de salud mental. Es importante recordar que, como cualquier otro problema de salud, existe la posibilidad de que un paciente de salud mental mejore e incluso que se recuperen por completo.
No establezca objetivos o expectativas poco realistas: Es crucial para los pacientes que luchan con problemas de salud mental entender la importancia de mantenerse realistas sobre los resultados que obtendrán de su tratamiento. Si bien la recuperación completa es posible, tampoco es una garantía para todas las condiciones de salud mental. Para algunos, la "recuperación" puede significar simplemente el tratamiento de sus síntomas. Tener una idea clara sobre esto será necesario para que puedas mantenerte enfocado en el tratamiento y evitar decepciones.
No beba ni uses medicamentos sin receta: Evitar el consumo de alcohol y otras drogas no recetadas le permitirán mantener el control de su estado emocional durante su tratamiento y, como resultado, su recuperación. Las personas a menudo recurren a estas sustancias para escapar el estrés de un diagnóstico. Olvidan que estas sustancias son solo una solución a corto plazo para algo que puede ser un problema a largo plazo, si no se trata correctamente y con prontitud.
No interrumpas tus terapias ni el plan de tratamiento: Es común que las personas asimilen la ausencia de síntomas con la recuperación. Si bien esto puede ser un indicador positivo de la dirección que está tomando su tratamiento, esto no siempre equivale a una recuperación completa. Asegúrate de seguir y mantenerte al día con los medicamentos, la terapia y otros tratamientos hasta que tu médico te indique lo contrario. Esto será esencial para que pueda mantener tu bienestar mental incluso después de que cesen los síntomas.
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