Qué esperar y qué no esperar de la psicoterapia
Por INSPIRA, 19 de febrero, 2021
Como adultos, somos conscientes de la forma en la que quisieramos que nuestras relaciones interpersonales se dieran, que nuestro estado de ánimo o ansiedad mejoraran o qué comportamientos específicos nos gustaría cambiar; en estos casos, muchos optamos por buscar terapia en miras de lograr un crecimiento personal, la reducción de los síntomas y una mejor calidad de vida.
Independientemente de por qué tomaste la decisión de acudir a un centro de salud mental como INSPIRA; llegarás a tu primera sesión con un conjunto de expectativas que pueden abarcar algunos conceptos erróneos sobre el proceso de la psicoterapia.
¿Por qué existen conceptos erróneos sobre la psicoterapia?
La información más accesible sobre la psicoterapia proviene de las representaciones de los medios. Las investigaciones han demostrado que las personas forman conceptualizaciones y expectativas de la psicoterapia basado en las ilustraciones que ven en la televisión y el cine. Y si bien es posible que puedas equilibrar las representaciones ficticias, a veces dañinas, de otros profesionales de la salud, puede ser más desafiante contrarrestar los estereotipos de los médicos de salud mental, o el proceso de la psicoterapia en general.
¿Qué no esperar de la psicoterapia?
Comprender lo que se debe o no esperar de la experiencia puede ayudarlo abordar el tratamiento con una mente abierta. A continuación, le compartiremos algunas cosas importantes que debes saber sobre la psicoterapia incluyendo algunas de las expectativas más comunes pero equivocadas que debe abandonar antes de ingresar a tu primera sesión:
No espere una solución rápida
Para comenzar, es importante que sepas que hay un número muy limitado de problemas para los cuales una solo sesión de psicoterapia será todo el tratamiento que requieras (las excepciones a esto podrían incluir la terapia de exposición para algunas fobias específicas en adultos, adolescentes y niños).
Las primeras citas generalmente se usan para que usted y su terapeuta determinen qué tipo de terapia te será útil. En ese momento, el terapéuta le pedirá que hable sobre las preocupaciones específicas que lo llevaron a buscar atención, así como sobre los elementos de su historial médico, social y familiar que ayudarán al terapeuta a conocerlo mejor. Para algunas personas, puede resultar bastante incómodo hablar abiertamente sobre sus síntomas y antecedentes. Para otros, esto es en sí mismo una experiencia de gran alivio. Independientemente de si se siente cómodo o no, es muy poco probable que se pueda lograr un cambio significativo y duradero o una resolución de patrones de pensamiento, relación o comportamiento de larga plazo, en unas pocas citas.
Dicho esto, es razonable esperar que los enfoques estructurados y centrados en el presente, como la terapia cognitivo-conductual, la psicoterapia o la terapia de aceptación y compromiso, tengan un límite de tiempo.
En la mayoría de los casos, el proceso no será fácil
La psicoterapia da trabajo. Requerirá que se mire cada caso detenidamente. No estarás solo en esto; tu terapeuta también estará contigo en el proceso.
Trabajarán juntos para: (1) desarrollar más conciencia sobre qué exactamente te está causando problemas (por ejemplo, formas particulares de pensar, formas en las que estás evitando enfrentar, expresar o lidiar con diversas emociones, o estilos de comunicación), (2) comprender cómo tus patrones de comportamiento/pensamiento actual te están sirviendo o desayudando, y (3) experimentar con diferentes formas de pensar, hacer, relacionarse y afrontar la situación.
A lo largo del camino, es probable que hayan momentos en los que te sientas peor antes de sentirte mejor. Hablar de experiencias traumáticas, por ejemplo, puede hacer que revivas las emociones del momento. Confrontar la forma en cómo otros te han maltratado , o cómo tu has maltratado a otros, te puede generar tristeza e ira. Enfrentar algo a lo que le tienes miedo, ya sea una montaña rusa, levantar la mano en clase o decidir divorciarte, puede generar más ansiedad a corto plazo. En esos "momentos en los que te sientes peor", recuerda que los viejos patrones que llevabas también te hacían sentir mal. ¿Quizás valga la pena dedicar un poco de tiempo para reflexionar sobre cómo este momento difícil dará paso a algo mejor?
Hablar con tu terapeuta no es lo mismo que hablar con un amigo
la relación terapéutica se diferencia de otras relaciones. No es recíproco. Es probable que compartas detalles íntimos con tu médico, y él o ella no te responda de la misma manera que lo hará un amigo o familiar.
Más bien, tu terapeuta siempre deberá establecer límites en torno a qué tipo de información compartirá contigo para así mantener el enfoque de la terapia en tí y en tus objetivos.
Por lo general, tu terapeuta no te dirá exactamente qué debes hacer
Debido a que tu terapeuta no vivirá directamente las consecuencias de tus decisiones, típicamente se abstendrá de darte instrucciones específicas sobre lo que debes o no hacer.
Ciertamente, hay excepciones a esto, es decir, si existe una preocupación por tu seguridad o la de cualquier otra persona, tu terapeuta podría ser más sincero y directo contigo.
En lugar de decirte qué hacer y cómo hacerlo, tu terapeuta te hará preguntas para ayudarte a determinar qué quieres hacer y por qué. Él o ella reflejará lo que le has dicho para ayudarte a escucharlo con "oídos frescos" y facilitarte un examen completo de la situación. Tu terapeuta puede guiarte para que consideres otras opciones que no habías imaginado antes o para pensar en las consecuencias positivas, negativas y "algún punto medio" en base a las decisiones que puedas tomar. Si trabajas con el mismo terapeuta durante un período de tiempo prolongado, tu terapeuta puede recordarte decisiones anteriores (y sus consecuencias) o señalar patrones repetidos. Esto puede informarte cómo proceder con la decisión que tienes actualmente de frente, o cómo podrías enfrentarme mejor a su resultado.
No espere hacer "click" con tu primer terapeuta
Tan única como es la relación terapéutica, esta comparte ciertos rasgos en común con otras relaciones que involucran dos personas. Es evidente que tu eres el experto en todo lo que tenga que ver contigo, por lo que llegas al consultorio con tu terapeuta con una percepción de los problemas activos y una idea de tus objetivos para la terapia. Tu terapeuta, entonces, es el experto en salud mental y su compromiso contigo es ayudarte en áreas de experiencia clínica.
Es posible que no "hagas click" con el primer terapeuta que te atiendas y que tengas que ver más de uno antes de encontrar el adecuado, o puede ser que encuentres necesario tener más sesiones con uno solo antes de tomar una decisión.
Encontrando el mejor terapeuta para ti
La mejor opción siempre será diferente para diferentes personas, pero considera las siguientes preguntas como una guía util para evaluar a un buen terapeuta por tí mismo:
¿El terapeuta ha respondido satisfactoriamente a mis preguntas sobre el diagnóstico, su experiencia clínica y qué tratamiento me podría aplicar?
¿El terapeuta transmite profesionalismo (en la conversación, en el entorno de la oficina y en su descripción de las políticas de práctica con respecto a cancelaciones, emergencias, etc.)?
¿El terapeuta me está haciendo preguntas reflexivas?
¿Qué tan cómodo me siento hablando de mi problema o situación con el terapeuta?
¿Me gusta su estilo, incluyendo el grado de interacción, el uso de humor, y su capacidad de percibir y abordar mi estado emocional durante la sesión?
Te podemos ayudar!
En INSPIRA contamos con 200+ proveedores de salud mental, incluyendo: psicólogos, psiquiatras y consejeros.
Para citas o información:
(787) 704-0705
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