Por INSPIRA, 21 de enero, 2021
A veces, podemos mostrarnos agresivos sin darnos cuenta, y muchas veces reaccionamos cuando ya es demasiado tarde.
Solemos asociar la violencia con la agresión física o las faltas de respeto pero lo cierto es que a veces, un acto violento, puede ser un comentario, una mirada, una palabra o una frase cuya intención es hacer daño a otra persona.
¿Qué puedes hacer para evitar caer en un patrón agresivo?
Piensa antes de hablar o actuar: Las personas agresivas suelen ser impulsivas, es decir, que dicen y hacen lo primero que se les pasa por la cabeza. A veces, estas personas pueden utilizar la típica frase "yo soy así, sincero, si no te gusta pues problema tuyo". Si te sientes identificado con esta frase, es importante que sepas que la sinceridad y asertividad no tienen porque ser formas de comunicación opuestas. Se puede decir lo que se piensa de una forma empática y respetuosa. Así que trata de pensar como suena la frase que quieres decir antes de decirla.
Trabaja tu empatía: Antes de decir la frase que se te viene a la cabeza, trata de pensar como se sentiría la otra persona cuando la digas en voz alta. Pensar en cómo tu te sentirías si te lo dijeran a tí no funciona, tienes que entender cómo se sentiría la otra persona. Cada uno tiene una sensibilidad diferente, un autoestima diferente y unos valores diferentes por lo que comentarios o actos que a tí no te duelan o otras personas les podría afectar.
Piensa en qué cosas son necesarias decir y cuáles no: A veces las personas agresiva dicen todo lo que les molesta, sin antes pensar si vale la pena o no. Escoge tus batallas. No necesitas decirle tu opinión a todo el mundo, todo el tiempo. Intenta mejor buscar qué puedes hacer tu para enmendar eso que tanto te molesta.
Antes de iniciar una discusión piensa ¿cuan importante es esto?: A veces nos molestamos por tonterías y cosas que no valen la pena. Puede que seas una persona rígida y no aceptes mucho cosas de los demás pero antes de iniciar una discusión piensa si realmente hace falta que lo hagas o si lo que quieres es descargar tu rabia. Si es la segunda opción, es mejor que trates de encontrar formas de despejarte y descargar.
Aprende a liberar tu rabia: Si te molesta algo es bueno no callarlo pero debes encontrar un equilibrio cómo mencionamos arriba. Para liberar la rabia es importante que realizes todos los pasos enumerados y si aun no logras descargar tu rabia considera otras cosas. Escribe lo que te molesta, practica ejercicios, escucha música, baila, habla lo que te sucede con otras personas y escucha consejos.
Al fin y al cabo, ser una persona agresiva es una elección y aunque puede ser dificil dejar de ser agresivo, se puede aprender a manejar la rabia.
Si notas que a pesar de estos consejos no logras hacerlo, busca ayuda de un profesional de la salud mental. En INSPIRA te podemos ayudar.
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